Consultas ya resueltas
Hola amigo
No tengo constancia de la existencia de ninguna clínica como la que describes específicamente referida a la diabetes.
Sin embargo, si la depresión de tu familiar es tan grave, quizás lo menos importante sea si la ha provocado o no la diabetes. Opino que la intervención debería ser enfocada sobre la depresión.
En ese sentido, sí existen unidades de hospitalización psiquiátrica, tanto como hospital de día como de internamientos breves. Ciertamente es el psiquiatra del Servicio de Salud que lo trate quien deba considerar la indicación de utilizar esos recursos, si lo ve necesario.
Independientemente de ello y viendo que eres de Santa Cruz de Tenerife quisiera comentarte que hay una Asociación de Diabetes que funciona bien y quizás puedan orientaros mejor "sobre el terreno". Os sugiero que os pongáis en contacto con ellos ya que me consta que hay profesionales de la psicología que os pueden ayudar a ayudarle a vuestro familiar.
Está en: C/ SANTIAGO CUADRADO, Nº 7 – 38201 LA LAGUNA – S/C DE TENERIFE ESPAÑA.
Fecha: 17/03/2017 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).
Hola amigo,
A veces el proceso de adaptación se alarga. Cada uno tenemos nuestro propio ritmo. En ese sentido también durante dicho proceso sufrimos altibajos: Hay veces que nos parece que podremos con todo y otras se nos viene el mundo encima.
Si te fijas, cómo reflexionemos sobre lo que nos pasa hace que nos afecte a lo que sentimos. No quiero decir que te engañes a ti mismo diciendo que la diabetes no es nada, pero sí que la pongas en perspectiva. Verás como no son tantas las cosas que te impide hacer.
Un error muy común es hacerse preguntas que no llevan a nada, como por ejemplo: ¿Por qué a mí?, ¿Cómo me podría curar?, etc. Ya que no hay una respuesta que te ayude a salir del bache. Te sugiero que empieces por camibar ese tipo de preguntas por otras más productivas como por ejemplo: ¿Qué podría hacer para que, el hecho de tener diabetes me afecte de una forma menos negativa? ¿Qué podría hacer para ser más feliz?. Eso sí tiene respuestas que te pueden ayudar.
Un paso ya lo has dado, escribir esta pregunta. Ese es un buen camino. Uno aún mejor es hablar con otras personas con diabetes que hayan sido capaces de "organizar" su vidas de forma satisfactoria. Creo que las puedes encontrar en las asociaciones de diabéticos. Si no dispones de una asociación cerca, también le puedes plantear a tu médico la necesidad de hablar con alguien que tenga ese perfil. Déjale tu teléfono para que se lo de a ese otro paciente y sea aquel quien decida llamarte.
En todo caso, me gustaría decirte que esos baches los tenemos todos pero que, en la mayoría de las ocasiones, son eso: baches. Si no lo fuera, si llevaras más de 6 meses con ese estado de ánimo, quizás te convenga hablar con un psicólogo que te ayude.
Mucha suerte.
Fecha: 10/03/2017 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).
Estimada amiga,
Dar malas noticias no es fácil y menos aún cuando se trata de alguien querido
Creo que la actitud más adecuada es la de la HONESTIDAD. Opino que las mentiras, aunque sean piadosas, no le ayudarán ya que puede que le calmen momentáneamente, pero como no se puede alterar la realidad al a que se enfrenta, al final corres el riesgo de que, en el futuro no vuelva a confiar en ti.
La segunda cuestión que deberías tener presente es que quizás no lo quiera saber todo ahora. Eso hay que respetarlo. Deja que sea ella la que pregunte por los detalles. A veces no es fácil asimilar ciertas noticias y cada persona necesitamos un ritmo distinto para procesarlas. Es mejor decir: “¿quieres saber algo?. Si no sé la respuesta, podemos preguntarla al especialista”.
Pero lo más importante de todo, lo que realmente está en tu mano es darte todo tu AFECTO. En esos momentos duros necesita de alguien que le sostenga y en quién confiar. Alguien que le acompañe pero ajustando el paso al suyo y vigilando que siga hacia adelante. Por eso darte todo tu apoyo y si ves que en un tiempo prudencial, no es capaz de remontar, pide ayuda a un profesional de la psicología para que valore la situación.
Un fuerte abrazo a los dos.
Fecha: 12/02/2017 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).
Estimada amiga,
Es una gran pregunta, pero con muchas posibles respuestas. El problema es que aportas poca información por lo que me resulta difícil ser concreto.
Voy a entender que se trata de tu hijo/a y que es un niño pequeño… pongamos 4 o 5 años.
Lo primero que quiero decirte es que el inyectarle insulina no es algo negociable, por lo que al final hay que ponérsela.
Ciertamente cuando el adulto titubea ante esa situación, cuando se muestra inseguro o excesivamente tenso, el niño suele notarlo y lo que “interpreta” es que se trata de algo “malo” para él puesto que la forma que tiene el adulto de acercarse no es tranquila y segura. Por eso, lo primero que te sugeriría es que reflexiones sobre cómo te encuentras tú cuando se la vas a inyectar, ya que si la situación ha pasado a ser problemática, posiblemente estés también tensa.
Conviene, siempre que sea posible, que no sea la misma persona quien le pinche siempre. Si tienes cónyuge, el alternar es una buena idea para evitar que asocie a uno de los dos como “el malo, el que le hace daño”.
Por otro lado, conviene explicarle lo que va a pasar cuando le vayáis a pinchar. Es mejor darle las explicaciones cuando esté tranquilo y fuera de la situación, ya que cuando toca pinchar, las explicaciones no son vividas como tales sino como formas para convencerle de hacer algo que no quiere. Por ejemplo, antes de acostarse, es un buen momento porque los niños suelen estar cercanos a los padres y receptivos. En esos momentos explicarle: “Ya sabes que por la diabetes tenemos que pincharte. Sé que no te gusta, a nadie le gusta que le pinchen, pero es necesario. Entiendo que te duela un poco, pero ¿a que puedes soportarlo? Fíjate qué bien lo hiciste el otro día. A ver si mañana lo hacemos igual de bien”.
Observa que en ese párrafo, reconocemos que no es algo agradable, que incluso puede hacerle un poco de daño. Es importante que el sienta que somos conscientes de lo poco que le gusta. ¡A nadie le gusta que le pinchen! Además afirmamos que le creemos capaz de “llevarlo con dignidad” y que otras veces lo ha hecho fantásticamente.
Si al día siguiente se vuelve a resistir, puedes evocar esa conversación (que conviene que acabe en abrazo y muchos besos). Si se resiste un poco menos, es fundamental reconocer sus esfuerzos y confiar en que cada vez le resulte menos difícil.
Si no era esa la situación que planteabas, te invito a que vuelvas a preguntar aportando datos algo más concretos.
Un abrazo
Iñaki.
Fecha: 12/10/2016 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).
Estimada amiga,
Por lo que comentas creo que es el momento de pedir ayuda externa. No porque sea grave (cosa que desconozco) pero sí creo que presenta comportamientos susceptibles de que las evalúe un especialista.
No conozco a ningún colega en tu ciudad pero, si puede ser, localiza a alguno que conozca algo el mundo de la diabetes. No es imprescindible, pero conveniente. Sobre todo tiene que ser alguien de tu confianza y especialista en niños.
Si no conocieras a ninguno, te sugiero que hables con el orientador de su colegio. A veces, los orientadores tienen una relación de psicólogos de confianza.
En caso de que esta respuesta no te sea útil, por favor, házmelo saber para que busquemos otra solución.
Un saludo.
Fecha: 19/09/2016 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).
Hola amigo,
Eso que dices que te ocurre es bastante frecuente entre las personas con diabetes. Se basa en el fenómeno de que lo prohíbo, atrae. Cuanto más prohibido lo tengas, más deseos tendrás de alcanzarlo.
Ciertamente la cuestión se complica cuando uno no se lo cuenta a nadie de su entorno cercano porque conoce la respuesta: “ya sabes que no puedes”. Ciertamente lo sabe, pero es difícil tener siempre la fuerza de voluntad para no comer, así que con determinada frecuencia, “sucumbe” a la tentación. Cuando eso ocurre, uno se siente aún peor: además de sentir que no tiene fuerza de voluntad, encima se siente culpable por transgredir la “norma”.
Si te ocurre algo parecido a esto, mi sugerencia es la de que se lo expongas a alguien de tu confianza (familiar, enfermera, amigo…). Que le digas lo difícil que, a veces, te resulta controlarte. Que le pides la siguiente ayuda: Cada vez que comas algo que tú tienes prohibido, se lo vas a contar. Él/ella sólo debe hacer acuse de recibo (no juzgarte).
Además convendría que lo hablaras con tu médico (o enfermera) y que le plantearas que un día a la semana vas a comer dulce (pero medido y controlado) y que necesitas estudiar con él cómo corregir con insulina y en qué momento es más controlable. Créeme, no es lo mismo tener en la cabeza “NUNCA MÁS PODRÉ COMER ESO” a tener: “Me tengo que esperar hasta el sábado”.
Otra de las cosas que te sugiero que hagas es que, durante dos semanas, lleves un registro de lo que comes (“extraoficialmente”). A veces se infravalora o se sobrevalora lo que se está comiendo y es conveniente saber la dimensión objetiva del “problema” para saber qué tipo de soluciones exige.
En fin, lo que no creo que debas hacer es guardártelo en secreto para ti mismo ya que lo que no se comparte, pesa mucho más.
Un abrazo y suerte.
Fecha: 14/09/2016 | Tema: Aspectos psicológicos | Experto: Iñaki Lorente. Asesor en el área de Psicología de la Fundación para la Diabetes. Psicólogo de la Asociación Navarra de Diabetes (ANADI).