Adaptación familiar
El debut diabético del niño constituye en la mayoría de los casos una verdadera tragedia para la familia; se sufre una gran crisis que debe ser superada con un esfuerzo muy importante. El contexto familiar del niño que tiene diabetes ha de aceptar la enfermedad, y ello supone:
- Adoptar nuevos papeles y normas.
- Establecer una nueva dinámica familiar.
- Responsabilizarse del tratamiento y aprender el manejo de todos los elementos que influyen e intervienen en él (insulina, dieta, ejercicio, enfermedades intercurrentes, situaciones sociales, etc.).
- Pero, sobre todo, educar al niño como a otro cualquiera, y colaborar en la mayor medida posible en su educación diabetológica.
En este reto hay que considerar que no todos los miembros de la familia viven la "nueva situación" de igual forma (por ejemplo, es distinto para los padres que para los abuelos, ...)
Además, la brusca incursión de la enfermedad en el seno de la familia puede desencadenar efectos indeseados entre los miembros de la misma (p. ej: reproches entre los padres, angustiosa sensación de impotencia, celos entre hermanos...)