La diabetes se gestiona mejor cuando Atención Primaria y Enfermería van de la mano
En el 47º Congreso Nacional de SEMERGEN, un seminario subraya la importancia de fortalecer el papel de Enfermería y de mejorar la coordinación entre niveles asistenciales para optimizar el manejo de la diabetes mediante la monitorización continua de glucosa en tiempo real (MCG-TR).
El problema de la Atención Primaria es la sobrecarga asistencial. El reto es que se trabaje más con Enfermería. Un seminario, este jueves por la mañana, en el 47º Congreso Nacional de SEMERGEN, abordó el valor del equipo de Atención Primaria en la humanización del manejo de la diabetes a través de la monitorización continua de glucosa en tiempo real (MCG-TR). Lo impartieron Andrea Alfonso Perea, enfermera del centro de salud Virgen de la Cabeza de Elda (Alicante); Zaida Canales Calle, médico de familia del consultorio Virgen de la Cabeza (Alicante), y Antonio Rafael González Cabrera, médico de familia del centro de salud de Balazote, consultorio San Pedro (Albacete) y miembro de los GGTT de Diabetes, Endocrinología y Metabolismo y de Enfermedades Cardiovasculares de SEMERGEN.
Resaltaron la monitorización de la glucosa en tiempo real como un instrumento de ayuda. El objetivo es alcanzar el máximo de beneficios clínicos, educativos y de calidad de vida del paciente. Conocer el nivel de glucemia permite prevenir, identificar episodios asintomáticos y disponer de alertas personalizadas. Esto deriva en menos ingresos hospitalarios. Para el paciente, implica menos estrés y carga emocional, además de una mayor autonomía. También se reducen las necesidades de punciones.
Lamentaron que exista descoordinación entre Atención Primaria y la hospitalaria. No hay un conducto de comunicación establecido entre ambas, y todo se basa en la relación personal de los profesionales. Insistieron en que una comunicación estandarizada reduciría las listas de espera. La interconsulta, la e-consulta y el informe de continuidad de cuidados del paciente son elementos necesarios para esa coordinación. El problema más grave es la no integración de los datos en la historia clínica.
Entre las principales barreras que enfrentan los pacientes en el uso de los sistemas de monitorización continua de glucosa se encuentran, según comentaron, la adherencia y el coste de estos dispositivos, que pueden limitar su acceso y continuidad. Del mismo modo, tanto los pacientes como los profesionales sanitarios necesitan una adecuada formación para comprender su funcionamiento e interpretar correctamente los datos obtenidos. Resulta esencial una gestión eficiente de la información generada por los dispositivos y una sólida educación terapéutica que permita aprovechar plenamente el potencial de esta tecnología en el control de la diabetes.
