Una atención integral de la diabetes tipo 2 conlleva trasladar los mayores recursos posibles al ámbito de la atención primaria
Es uno de los principales problemas de salud pública en las sociedades occidentales debido a su cada vez mayor prevalencia causada por unos estilos de vida que propician su aparición: la diabetes mellitus 2 (DM2) es un desafío para la atención primaria y los sistemas sanitarios en su conjunto. Aunque la aparición de opciones terapéuticas está avanzando a pasos agigantados, el Dr. Jorge Navarro Pérez, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud Salvador Pau (Valencia) y coordinador del grupo de trabajo de Diabetes de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), recuerda que los determinantes sociales desempeñan un papel importante en los resultados de la diabetes.
Entre otros, subraya que la renta per cápita, el género, el lugar de residencia, el nivel educativo y la alfabetización, o el acceso a instalaciones deportivas, el contexto social y comunitario “contribuyen a los resultados en diabetes”. Como autor de un documento elaborado para el ciclo APDay 2025, recalca la necesidad de poner en relevancia “todos los determinantes sociales que contribuyen a peores resultados en diabetes y reducir las desigualdades”.
La diabetes de tipo 2 (DM2) supone un reto para los sistemas sanitarios en su conjunto, y en particular para atención primaria. ¿Cómo está de preparado el primer nivel asistencial para el abordaje y seguimiento de estos pacientes?
La atención primaria debe asumir su papel clave en la gestión de la atención a las personas con diabetes mellitus 2: lograr que todas estas personas estén diagnosticadas, debidamente clasificadas según su complejidad, adecuadamente tratadas y controladas. Todo ello con la máxima resolución en el ámbito del centro de salud.
“Distintas propuestas de una atención integral plantean redefinir la atención a las personas con problemas crónicos, como la DM2”
Distintas propuestas de una atención integral plantean redefinir la atención a las personas con problemas crónicos, como la DM2, colocando a los pacientes en el centro, de forma que se sientan constantemente vigilados y que, en su deambular por los distintos puntos de atención sanitaria, se les da una atención siempre óptima. Ello conlleva trasladar al ámbito de la atención primaria, del centro de salud, los mayores recursos posibles, deshospitalizando el seguimiento y generando consultas en primaria de alta resolución.
Asociada a esta enfermedad se pueden desarrollar otras de tipo cardiovascular, renal o digestivo. ¿Qué recomendaciones hace respecto a los cribados y cada cuánto hacerlos en personas con DM2?
La reciente conceptualización del síndrome metabólico cardiorrenal por la American Heart Association (AHA) abre una oportunidad al abordaje multidisciplinar y desde etapas tempranas de la vida en la estratificación del riesgo, la prevención y el tratamiento precoz del círculo vicioso generado por la interacción de factores de riesgo cardiovasculares, renales y metabólicos, y agravado por el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (incluyendo todo su espectro: insuficiencia cardiaca (IC), fibrilación auricular, enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y enfermedad arterial periférica), enfermedad renal crónica (ERC) o DM2, con la adiposidad excesiva o disfuncional como sustrato del problema.
