Cremas o parches para controlar la diabetes: así es la herramienta que aspira a sustituir las agujas
Investigadores del Imperial College London y la Universidad de Zhejiang (China) han creado un polímero –una molécula grande– que permite que la insulina se pueda aplicar sobre la piel como una crema o un parche, atraviese la barrera cutánea y llegue a la sangre sin necesidad de aguja. La investigación, publicada en la revista Nature, se ha probado en ratones y cerdos y sus impulsores la proponen como una alternativa de futuro a la inyección de insulina para el control de la diabetes.
La piel es una barrera muy fuerte y la insulina no puede penetrar en la capa más externa. Por eso, los pacientes dependen de inyecciones diarias, un proceso que a menudo provoca dolor, miedo y bajo cumplimiento del tratamiento. Los investigadores han demostrado que el polímero, llamado OP, es capaz de transportar insulina a través de la piel de forma rápida y nada invasiva, aprovechando un detalle biológico: el gradiente natural de pH de la piel.
Para simplificarlo mucho, esta nueva herramienta es capaz de cambiar su comportamiento según dónde se encuentra. En la zona más superficial de la piel, que es más ácida, el polímero se engancha utilizando los lípidos (grasas) y cuando baja de capa, se vuelve neutro y puede deslizarse como el jabón para adentrarse en capas más profundas. Una vez en la dermis, se infiltra a través de los capilares linfáticos y desde aquí viaja hasta la sangre, que distribuye la insulina en todo el cuerpo.
