Los dispositivos de control, un antes y un después para los diabéticos
Son casi 6.300 aragoneses con diabetes que llevan un dispositivo de control en su brazo. Un sistema que permite lecturas de glucemia constantes y que ayudan a que los tratamientos sean más personalizados. Un método que ha cambiado la vida a muchos diabéticos.
Cada vez se ven a más personas con un pequeño dispositivo blanco en el brazo. Se trata de un sistema de Monitorización Intersticial Continua de Glucemia. Este es el nombre técnico que le da a este dispositivo que llevan en Aragón en torno a 6.300 personas que tienen diabetes tipo 1 y algunos con diabetes tipo 2. Este aparatito que se coloca en el brazo permite conocer el nivel de glucosa entre uno y 15 minutos y los equipos médicos también pueden configurar alarmas para avisar de situaciones límite o para ayudar al paciente a tener un tratamiento lo más óptimo posible.
Su implantación por parte del Sistema de Salud aragonés ha sido paulatina, se comenzó con jóvenes de entre 0 y 18 años don diabetes tipo 1 y mujeres embarazadas y ahora se ha ampliado a prácticamente toda la población. Este sistema ha supuesto un antes y un después, tal y como explica María Rasal desde la Asociación Diabetes Zaragoza, quien destaca que son muchos los beneficios que ha aportado tanto para los pacientes como para el personal sanitario.
Uno de ellos es la posibilidad de que los pacientes estén controlados continuamente y que se tenga lecturas de las glucemias prácticamente cada minuto, no como antes, que las mediciones eran limitadas en el día con la incomodidad de tener que pincharse en el dedo y analizar la gota de sangre. Este control también permite dosificar mejor la insulina e incluso conocer las hiperglucemias nocturnas, ya que en ocasiones, al estar dormidos, pasaban desapercibidas, con lo que podía suponer para el paciente.