Enol Sierra, experto en diabetes, sobre comer un ajo cada día: "Baja la glucosa y reduce la inflamación
Tiene un potente efecto regulador sobre el metabolismo, ayudando a disminuir el azúcar en sangre, mejorar el colesterol y combatir la inflamación crónica
El ajo, ese pequeño bulbo presente en casi todas las cocinas, ha vuelto a colocarse en el punto de mira de la ciencia por sus efectos sobre la salud metabólica. El experto en diabetes Enol Sierra ha explicado en un reciente vídeo cómo consumir un diente de ajo al día puede ayudar a reducir los niveles de glucosa en sangre y la inflamación, dos factores clave en el control de la diabetes y el síndrome metabólico.
Sierra insiste en que los beneficios del ajo no son fruto de supersticiones ni remedios de la abuela, sino de la evidencia científica: “Son estudios clínicos aleatorizados los que han demostrado que el ajo consigue bajar los niveles de glucosa en ayunas, reducir la hemoglobina glicosilada y disminuir los marcadores inflamatorios”, asegura. Además, su consumo habitual también favorece el aumento del colesterol HDL, el conocido como “colesterol bueno”, y reduce el LDL, el dañino para las arterias.
El especialista distingue entre ajo blanco o fresco y ajo negro, ambos beneficiosos pero con matices. El primero destaca por su capacidad antimicrobiana y por reducir los niveles de azúcar en sangre, mientras que el segundo contiene más antioxidantes debido a su proceso de fermentación, lo que lo hace más eficaz frente a la inflamación y la protección cardiovascular. “No hay un mejor o peor; lo ideal es combinarlos”, recomienda Sierra.
El secreto del ajo está en la alicina, un compuesto que se libera al triturar o machacar el diente. “Si no rompes el germen, no liberas la alicina y no obtienes el efecto completo”, advierte el experto. Por eso, sugiere picar o machacar el ajo y dejarlo reposar unos 15 minutos antes de consumirlo o cocinarlo, un truco que ayuda a conservar mejor sus principios activos.
Sierra señala que el ajo crudo es la forma más potente, aunque cocinarlo ligeramente también mantiene buena parte de sus beneficios. “Lo ideal es saltearlo a fuego medio o incluirlo en un sofrito corto, sin someterlo a altas temperaturas durante mucho tiempo”, apunta. De este modo, los compuestos azufrados como el ajoeno o el disulfuro de dialilo se conservan y contribuyen a mejorar la tensión arterial, el colesterol y los triglicéridos.
