Cómo afecta a los pies padecer obesidad en la infancia y qué se puede hacer para evitarlo
El exceso de peso en la infancia puede condicionar la salud locomotora en la edad adulta. Por eso los expertos aconsejan hacer una revisión podológica para corregir las alteraciones de la marcha a tiempo.
La obesidad infantil sigue siendo un problema de primer orden en nuestro país, con múltiples causas y efectos en la salud física y emocional de los menores. A pesar de que se están dando pasos en positivo, y las cifras oficiales así lo reflejan, esta “epidemia” deja huella precisamente en los pies de nuestros niños y niñas y, en consecuencia, en su desarrollo musculoesquelético. Estudios recientes alertan de los problemas que ocasiona el exceso de peso en los pies de la infancia. Te contamos cuáles son y qué se puede hacer para prevenirlos.
En España el 38,4 % de los menores de entre 6 y 9 años presenta exceso de peso, y un 17,6 % vive con obesidad, según la última edición de la Iniciativa Europea de Vigilancia de la Obesidad Infantil (COSI). Estos datos, publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que corresponden a los años 2020-2024, suponen cierta mejoría con respecto a la ronda anterior, sobre todo en el caso del exceso de peso, que cayó 5,2 puntos porcentuales en niñas y 2,6 puntos en niños.
Por tanto, la situación sigue preocupando. Y es que los chicos y chicas que sufren obesidad infantil tienen más problemas de salud especialmente a partir de los seis años y de forma más intensa en la adolescencia, como recoge un informe reciente del Ministerio de Sanidad realizado a partir de los datos clínicos de más de 237.000 niños y niñas menores de 14 años recogidos por profesionales de atención primaria y registrados en la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria (BDCAP).
Problemas en el aparato locomotor y pies de los menores con obesidad
Con respecto a los menores con peso normativo, en estos peques con obesidad se detecta una mayor frecuencia de hipertensión, hígado graso o asma, entre otras afecciones. Además, hay una prevalencia mayor de problemas de salud mental, como depresión, ansiedad o trastornos de la personalidad.
En lo que se refiere al aparato locomotor, a esas edades destacan problemas como esguinces (casi el doble) y osteocondrosis —necrosis y degeneración de los huesos y cartílagos— (un 40 % más). Además, desde los 4 años, se registran deformidades adquiridas de los miembros inferiores entre un 30 % y 50 % más, según la edad.
También en la preadolescencia con obesidad se contabilizan un 30 % más de signos y síntomas locomotores como dolores musculoesqueléticos. En ese sentido, una investigación clínica (2020) llevada a cabo en Málaga con 150 niños de 9 a 12 años advierte que el 38 % de los chavales con sobrepeso u obesidad padece dolores en las piernas y los pies: el 27,3% experimenta dolor en una o varias zonas de las extremidades inferiores, mientras que el 10,7 % lo sufre solo en los pies. De hecho, hay mayor riesgo de problemas como metatarsalgia, fascitis plantar y dolor de talón.
Y en el área dermatológica, el informe de los centros de salud comenta que son más frecuentes afecciones en los dedos de los pies como la uña encarnada, que lo es en un 60 % más a los 12 y 14 años.
