Pulse aquí redes El IMC tiene los días contados: el nuevo indicador más fiable para medir tu riesgo cardiovascular
Durante décadas, el índice de masa corporal (IMC) ha sido el parámetro más utilizado para evaluar el peso y el riesgo cardiovascular en la población. Sin embargo, este método, que calcula la relación entre el peso y la altura de una persona, comienza a quedar obsoleto ante los avances científicos y las críticas por su falta de precisión. Cada vez más expertos coinciden en que el IMC no distingue entre masa muscular y grasa corporal, ni refleja de manera exacta el riesgo real de enfermedades metabólicas. En este contexto, emerge un nuevo indicador más fiable, sencillo y accesible: el índice cintura-estatura (ICE).
La doctora Elisa Ríos Montes, conocida en redes sociales como @elisariosmontes, ha explicado en un reciente vídeo publicado en su cuenta de TikTok por qué este nuevo parámetro “desbanca al IMC” como medida de referencia médica. Según la especialista, “el índice de masa corporal está pasado de moda. Está obsoleto. Ahora los médicos, para calcular tu riesgo cardiovascular, en vez de pedirte que te subas a una báscula para ver tu peso, vamos a usar una cinta métrica”.
El IMC se basa en “la relación entre la masa de un individuo y su altura”, pero este cálculo presenta un sesgo importante, ya que “no siempre mayor masa total implica mayor riesgo cardiovascular”. Y añade que “el problema no es el exceso de masa, el problema es el exceso de adiposidad, el exceso de grasa. Las personas muy musculosas tienen mucha masa, pero el músculo es metabólicamente muy sano”. La doctora critica que el IMC no permite distinguir entre el peso derivado de la grasa y el que proviene del músculo. “Aunque todos tenemos ojos en la cara y podemos ver que una persona pesa 120 kilos porque está mazado y no porque está gordito, necesitamos una manera de estandarizar”, explica. Frente a esta limitación, el nuevo parámetro índice cintura-estatura surge como una alternativa más precisa y práctica.
“Se ha estandarizado un nuevo parámetro, que ya se venía utilizando desde hace tiempo, pero ya es sólido. Este es el índice cintura-estatura”, comenta la doctora. Su cálculo es sencillo: se mide el perímetro de la cintura y se divide entre la altura del paciente. Si el resultado supera 0,5, se considera que existe un riesgo cardiovascular elevado. El ICE, explica Ríos Montes, no solo “reduce el sesgo del que os he hablado antes, sino que además tiene otros beneficios”.
Uno de ellos es su capacidad para distinguir entre tipos de obesidad. “Nos ayuda a diferenciar la obesidad central por grasa visceral de la obesidad periférica por grasa subcutánea. La que da problemas es la obesidad central”, afirma. La grasa visceral, que se acumula en torno a los órganos del abdomen, está directamente relacionada con enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión o las patologías cardiacas.
Además, el nuevo índice ofrece ventajas logísticas y psicológicas. “Es más fácil de medir porque todos podemos tener en la consulta una cinta métrica, pero no todos podemos tener una báscula”, señala. La doctora recuerda que “una cinta métrica te cuesta un euro, una báscula te cuesta 20”, y que “en las consultas casi nunca hay básculas, los pacientes no suelen saber lo que pesan y se sabe que los seres humanos tendemos a infraestimar lo que pesamos y sobreestimar lo que medimos”.
Otro punto relevante es que el ICE reduce el estigma del peso, un aspecto cada vez más discutido en el ámbito de la salud mental y la medicina centrada en el paciente. “Hay personas que no quieren saber cuánto pesan porque les agobia, no lo quieren saber. Cuánto mide tu cintura no tiene tanto estigma”, explica Ríos Montes. Además, esta medida puede tomarse sin necesidad de revelar cifras: “tú puedes medir la cintura, te lo llevas tú y no hace falta que le digas al paciente cuánto le mide la cintura”.
