Detectar la sobrealimentación mediante sensores, nueva revolución en el tratamiento de la obesidad
Un estudio descubrió que comer en exceso se clasifica en cinco patrones distintos, incluidos los refrigerios nocturnos y los atracones por estrés.
¿Qué pasaría si un reloj inteligente pudiera detectar cuándo está a punto de asaltar el frigorífico y, de forma amable, le guiara hacia una opción más saludable? Ese escenario podría dejar de ser ciencia ficción gracias a un innovador programa desarrollado por científicos de la Universidad Northwestern (EE. UU.), que combina inteligencia artificial, sensores corporales y medicina conductual para comprender —y corregir— los hábitos de alimentación inconscientes.
El proyecto, liderado por el profesor Nabil Alshurafa, utiliza tres dispositivos portátiles —un collar, una pulsera y una cámara corporal— que registran con detalle el comportamiento alimentario del mundo real sin vulnerar la privacidad de los usuarios. Según Alshurafa, “comer en exceso es un factor determinante en la obesidad, pero la mayoría de los tratamientos ignoran los hábitos inconscientes que la alimentan”.
En el estudio, publicado en la revista npj Digital Medicine (Nature Portfolio), 60 adultos con obesidad usaron estos sensores durante dos semanas junto a una aplicación móvil que recogía información sobre su estado de ánimo y contexto social en cada comida. El análisis de miles de horas de vídeo y datos permitió identificar cinco patrones distintos de sobrealimentación: el “festín para llevar”, las cenas sociales, el “antojo nocturno”, el comer por placer descontrolado y el picoteo vespertino por estrés.
